jueves, 8 de mayo de 2014

Un buen look (para chicos malos)

Sucede que, cuando la gente escucha “coordinación de moda”, se imaginan el glamour que implica asistir a innumerables pasarelas y eventos sociales, recibir obsequios de las marcas y señalar con el dedo índice la ropa que aparecerá en los editoriales de moda.

Nada más alejado de la realidad. Ser coordinadora de moda o fashion stylist es un gran trabajo. Apenas dispones de unos cuantos días para diseñar el concepto general de la sesión, establecer relaciones con las marcas, conseguir con ellas cada una de las prendas necesarias (más muchos, muchos backups… por si alguien cambia de opinión) en sus respectivas tiendas o showrooms (cabe mencionar aquí las impresionantes distancias del DF y lo terriblemente incómodo -y casi imposible- que es hacerlo en transporte público).

Posteriormente, se arman los looks, cuidando mostrar una amplia gama de marcas y alguno que otro cliente importante y, ahora sí, se realiza la sesión de fotos, donde trabajas en equipo con el director de arte, fotógrafo, maquillista, peinador y varios involucrados más.

En pocas y afortunadas ocasiones, esto se lleva a cabo en un estudio de fotografía que cuenta con todas las comodidades. Sin embargo, los shootings en exteriores son más atractivos. Cuando esto sucede, no hay camerinos portátiles, baños, sillas ni alimentos. Y entonces, como coordinadora de moda, te ves en medio de la calle con dos modelos semidesnudos cambiándose a toda velocidad en tu pequeño coche y un cargamento de collares de Carolina Herrera, abrigos de Louis Vuitton y zapatos de Ferragamo que terminas recogiendo de la banqueta y aventando en la cajuela, pero que DEBES devolver al día siguiente en impecables condiciones o correrán por cuenta de tu tarjeta de crédito personal.

Y, ¿por qué no? Llega la policía a solicitarte tu permiso para tomar fotos en ese lugar, o bien, te lleva la grúa al corralón -con todo y las perlas de Chanel- por estacionar tu automóvil/camerino en un sitio prohibido (¡las dos cosas nos pasaron durante este shooting!).

Por si fuera poco, los horarios no siempre son los más convenientes. Cuando el llamado es a las 9:30 pm, terminas a las 7 am del siguiente día… y claro, sin dormir, a las 12 pm tienes que devolver lo que las marcas te prestaron en sus respectivas bolsitas y oliendo a nuevas… con todo y papel de china sin arrugar.

No. Ser coordinadora de moda no es fácil. Pero ¿a quién queremos engañar? Nos encanta contar historias a través de la ropa… ¿Y los desfiles de modas y cocteles? Ahorita no, gracias.

A continuación, les comparto las imágenes de uno de mis primeros editoriales como asistente de coordinación de moda para la revista Caras Sports de abril 2014, inspirado en la famosa pareja de criminales Bonnie y Clyde.









No hay comentarios:

Publicar un comentario