miércoles, 26 de marzo de 2014

10 flats para sobrevivir en la ciudad

Sobrevivir en la capital requiere carácter, astucia y, sobre todo, tener los pies bien puestos sobre la tierra. Mientras Carrie Bradshaw parece poseer la habilidad de hacer levitar sus tacones por toda la Gran Manzana, nosotras, las mortales, necesitamos una alternativa más cómoda, y realista, de desplazarnos. Entre autobuses, metros, bicicletas y largas caminatas, estos son los 10 flats que mantendrán tus pies libres de curitas durante la primavera.

* Todos los zapatos se encuentran actualmente a la venta online.
Fotografías: cortesía de las marcas

miércoles, 19 de marzo de 2014

La traición

Lo sé, te traicioné. Esperé a que te distrajeras para clavarte un puñal en la espalda. Esa espalda fuerte y musculosa… Te lo enterré de una sola vez, para que no te doliera tanto, pero lo suficientemente profundo para dejarte una herida que te recuerde siempre a mí.

Ahora dices, consternado, desgarrado, malherido, que te he decepcionado, que ya no sabes quién soy. Y es cierto. No me conoces. Porque si me conocieras, sabrías que, desde que entraste a mi vida, hay surcos en mis mejillas por el paso continuo de ríos de agua salada. Sabrías que te esperé cada noche, como el suelo desértico espera a que la lluvia moje sus entrañas.

Si me conocieras, sabrías que te hablé como si me comprendieras. Que te comprendí cuando me mentiste. Te mentí cuando dije que no te quería. Y te quise aunque no lo merecieras.

Y es que si realmente me conocieras, sabrías que esta no soy yo, porque no siempre estuve loca, sino que me volví loca de amor.

Mas si a verdades vamos, cariño mío, la verdad es que de no haberme dado la espalda, no habría puñalada. Pero la culpa no es tuya, la culpa es mía por no decir lo que iba a hacer y hacer lo que dije que nunca haría.

miércoles, 12 de marzo de 2014

Bazar Verde Fusión

Si lo tuyo es apostar por el diseño nacional, entonces es probable que ya conozcas Casa Fusión, un bazar permanente de arte y diseño alternativo hecho en México. Ubicado en una preciosa casa antigua color azul en la Colonia Juárez, busca ser una plataforma de proyección y difusión que impulse a los creativos independientes de nuestro país.

Así pues, como parte de sus eventos especiales quincenales, el pasado fin de semana (7, 8 y 9 de marzo) el Bazar Fusión se pintó de verde, llevando al púbico su versión ecológica. Verde Fusión se vivió entre productos orgánicos, huertos, decoración elaborada a partir de materiales reciclados, diseño verde, productos naturales de salud y belleza, gastronomía, talleres y clases de yoga.

Con la garantía de calidad y pureza de una alimentación que verdaderamente nutra el cuerpo y alma, Pápalo y Papalotl es una de las más de 14 pequeñas empresas invitadas que tuvo gran presencia en Verde Fusión, ofreciendo platillos atractivos, sabrosos, amigables y de bajo impacto ambientalSin embargo, la que verdaderamente logró enamorarme ha sido Osadía, la cual conjuga historia, creatividad y funcionalidad para otorgar una segunda vida a materiales encontrados al azar y reciclados en un original diseño.

Ambientado al son de la marimba, este espacio es una bocanada de aire fresco dentro del smog de la capital.

DIRECCIÓN: Londres #37, Col. Juárez. Del. Cuauhtémoc. México, D.F.
HORARIO: martes a sábado de 2 a 8 pm y domingos de 11 am a 7 pm.

Para conocer más de este proyecto y mantenerte al tanto de eventos futuros, visita www.proyectofusion.com.mx.


Provinciana en la Capital
Fotografías: cortesía de Casa Fusión

1.- Maceta de fibra de coco de E-MA Orgánicos.
2.- Casa Fusión.
3.- Cargador de iPad de Osadía.
4.- Mini huerto orgánico de El Tianguis.
5.- Terraza.
6.- Jabones naturales de Basati.
7.- Cuadro de Bárbara Gutiérrez, sillón y mesa de L'Aggiornata, jarrón de Colección Serpentina, arbolibro y maleta árbol de Ideas de Tierra.
8.- Clase de yoga impartida por Emilio Castelló de La Cueva del Yogui.

miércoles, 5 de marzo de 2014

Provinciana en la capital



Ser provinciana es una forma de vida. Desde el momento en que abandonas la comodidad de tu pequeña ciudad y emigras a la capital, ya sea por obligación o por decisión propia, tu vida cambia completamente. No sólo porque te enfrentas a la ciudad más importante del país, sino también porque adoptas la filosofía del provinciano en la capital: tienes una extraña relación de amor-odio hacia esta ciudad y ves con nostalgia la localidad de la que provienes.

“Provincia” (del latín provincia) se refiere a la ciudad de un país que no es su capital. Por lo tanto, escuetamente, en México habemos 111’949,000 provincianos contra sólo 8’851,000 capitalinos. Sin embargo, el término “provinciano” también posee una connotación negativa, haciendo referencia a la carencia de la urbanidad y modales propios de la gran ciudad. Somos considerados “rústicos”, por así decirlo.

Lo mismo sucede con el término “chilango”, gentilicio coloquial (por cierto, acuñado en mi Estado, Veracruz) de los habitantes del Distrito Federal, muchas veces conocidos en el interior de la República como agresivos y arrogantes.

La realidad es que, en la Ciudad de México, he dejado de ser “de Orizaba, Veracruz” para ser simplemente “de provincia”… porque los defeños sólo reconocen su ciudad y las demás pasan a ser genéricas. Pero está bien. Ser provinciana en la capital implica no poder salir sin un mapa, pero maravillarte a diario por la gran variedad de actividades y rincones que ofrece la capital. Significa tener que levantarte 3 horas antes de lo normal para llegar a tu trabajo, pero estar agradecida porque tienes un trabajo que en tu pequeña ciudad no tenías. Y también significa que sabes lo que es conducir de buen humor, vivir a 5 cuadras del mar y respirar aire puro, llegar sin miedo a tu casa a las 4 de la mañana, o disfrutar el día en vez de perderlo en el tráfico. ¿No anhelan eso los chilangos?

Quizás, solo quizás, el país no está dividido en chilangos abusivos y provincianos ingenuos… Tal vez somos las mismas criaturas asustadas e indefensas cuando estamos fuera de nuestro hábitat natural.